Llevaba tiempo sin estar, sí, sin estar en todos los sentidos en los
que se podía conjugar este simple verbo, llevaba tiempo sin creer en
absolutamente nada, sin tener una mínima ilusión por algo o por
alguien, sin ser definitivamente yo. En efecto, llevaba tiempo siendo
alguien que no soy, luchando por aquello que siempre yo había
criticado, intentando ser alguien un poco mejor, siendo aquella que
todos creían o les gustaba creer que yo era. Llevaba tiempo sin ser
quién era y quién realmente yo quería ser. Y os prometo, os juro
que fingir ser alguien que no eres es lo peor que una persona puede
hacer y hacerse a sí misma, fingir ser algo que no eres no te hace
mejor persona... solamente cansa y desgasta, te desgasta mucho como ser humano, y luego te oxida, te va oxidando poco a poco hasta
convertirte en pura apariencia, hasta ser solo eso; una persona
aparentando ser alguien sintiéndose absolutamente nada. Y al final, al
final de todo esto solo puedes llegar a un punto, y es exactamente al que llegué yo, a cansarte de tu existencia y a su vez de la vida misma, sí,
llegue a cansarme de vivir, hasta el punto de existir por existir... llegué a cansarme de mi propia vida por estar
viviendo una vida que no quería vivir, por estar siendo alguien que
yo para nada quería ser y que realmente ni era. Y sí, quizás era alguien, pero no yo.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada