Instantes a medias, a ratos.





Y seis meses después, lo tenía otra vez justo en frente mía.. mirándome como la última vez, con ternura, con pasión, y con media sonrisa en la boca.. se me acercó muy despacio y me cogió la mano sin quitar su mirada de la mía. Mis piernas temblaban y a penas podía mantenerme de pié. Me rodeó con sus brazos y me besó. 

Me besó, nos besamos, nos besamos intensamente, nos abrazamos fuerte y nos acariciamos como nunca antes lo habíamos hecho y nos dejamos llevar por aquel sueño que no tardaría mucho en esfumarse. Segundos después, me encontraba tumbada justo encima de él, oliendo el perfume de su cuello, mientras él me rodeaba  con sus brazos y me abrazaba muy fuerte. 

Juro que en aquel instante sentí lo que era la felicidad, me sentí completa, bien, sumamente bien, sentí que era así como quería sentirme cada uno de mis días, de mis minutos, de mis segundos.  Pero eso sólo eran fantasías, porque una cosa tenía clara, y era que si la felicidad existe, existe solo por momentos, y  como toda historia, todo termina, y la nuestra no iba a ser menos. 

Así que, consciente de que nunca más iba a sentir esto de nuevo, de que nunca más me volvería a encontrar en el lugar correcto, el momento perfecto y la persona que más quería al mismo tiempo, de que esas  tres variables no volverían a darse a la vez, de que esto se tenia que terminar aquí y ahora; inspiré fuerte y cerré mis ojos para disfrutar lo poco que me quedaba para saborear aquel momento, y me fui. Decidí marcharme de allí sabiendo que sería la última vez que yo me encontraría. Decidí irme porqué sabía que nunca podía estar del todo. Que nuestra historia siempre sería a instantes a medias, a ratos.

Pero lo cierto es que todo terminó mucho antes de lo que los dos esperábamos, terminó justo cuando  nos abrazamos fuerte, siendo conscientes cada uno por su parte de que lo nuestro no podía durar más que eso, más que instantes. Pues nunca podíamos estar juntos, teníamos mucho que perder, mucha distancia de por medio, mucho dolor, muchas personas en medio. Nos era mucho  más simple perdernos nosotros.





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